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Parásitos en gatos: clasificación y comportamiento

Parásitos en gatos
Emmanuelle Bonzami (sp.depositphotos.com)

Como ocurre con otros animales domésticos, los parásitos en gatos son un problema frecuente dentro de la clínica veterinaria.

Existe una gran cantidad de géneros y especies de parásitos distribuidos mundialmente, que pueden causar enfermedad en el gato tanto a nivel interno como externo.

Mencionaremos los parásitos en gatos mejor estudiados, destacando la importancia que su control tiene en el cuidado de la salud pública.

Conceptos y clasificación de parásitos en gatos

Antes de comenzar con la descripción de los principales parásitos en gatos, es importante comprender ciertos conceptos básicos relacionados con la parasitología.

La parasitología es la rama de la medicina (en este caso veterinaria) que estudia el comportamiento de los organismos considerados parásitos, su estrecha relación con el animal o huésped que afectan, y el ambiente que los rodea.

Se incluyen en este grupo a diversos organismos formados por una o múltiples células cuyo núcleo se define como verdadero (células eucariotas).

Entre ellos se encuentran los helmintos (también llamados vermes o gusanos), protozoarios o protozoos, y los parásitos artrópodos. Las bacterias, virus y hongos se estudian dentro de la microbiología.

Un organismo se considera parásito cuando requiere de otro para sobrevivir, perjudicando a este (su huésped) en mayor o menor grado.

El huésped u hospedero es un organismo superior (animal o humano), que puede participar del ciclo del parásito en forma primaria (el parásito se desarrolla casi por completo) o secundaria (incluye sólo una parte del ciclo).

Las condiciones ambientales (humedad, temperatura, presencia de vectores) son críticas en la prevalencia o emergencia de las enfermedades parasitarias, constituyendo así la tríada parásito -animal/hombre – ambiente.

Los parásitos en gatos y otros mamíferos pueden clasificarse de acuerdo al sitio principal del organismo en el que se desarrollan. Tenemos así los endoparásitos o parásitos internos, y los ectoparásitos o parásitos externos.

A su vez, podemos subdividir a los internos de acuerdo al órgano principalmente afectado.

Parásitos intestinales de los gatos

Son parásitos en muchos casos compartidos con el perro, y de importancia para la salud del ser humano por ser considerados zoonosis.

En las diferentes secciones del intestino de los gatos pueden alojarse parásitos de diversas clases y géneros.

Algunos ejemplos dentro de los helmintos o gusanos, son: los nematodos (o gusanos redondos), como Toxocara cati y Toxascaris leonina; loscestodos o gusanos planos (también llamados ‘tenias’), como Dipylidium caninum y Taenia taeniaformis; diversos protozoarios como Toxoplasma gondii, y demás coccidios de los géneros Isospora sp.y Eimeria sp.

Nematodos

Los nematodos están dentro de los más habituales y afectan principalmente a gatitos.

Los animales pueden infestarse (infestación parasitaria) de diversas maneras: ingestión de huevos con larvas que llegan al ambiente por medio de la materia fecal; ingestión de animales parasitados (aves y roedores), y por medio de larvas ingeridas a través del calostro materno siendo esta la vía más habitual.

Las larvas pueden atravesar la pared intestinal migrando por sangre hacia hígado y pulmones.

Los signos incluyen un abdomen abalonado, vómitos, diarrea acuosa (en donde pueden observarse las formas adultas) y decaimiento.

Cestodos

Los cestodos de los gatos poseen un cuerpo chato de longitud variable (25 a 60 cm), dividido en segmentos (proglótidos) que albergan gran cantidad de huevos.

Estos parásitos en gatos y otros animales presentan diferentes formas o estadíos infestantes: huevos, formas juveniles y adultos.

Las formas juveniles se desarrollan en los huéspedes conocidos como intermediarios (la pulga en el caso de D. caninum, y ratas o ratones para T. taeniaformis).

Los gatos se infestan al ingerir la pulga o los roedores parasitados, desarrollando luego en su intestino la forma adulta y eliminando los proglótidos con la materia fecal.

Los signos son leves e incluyen malestar digestivo y pérdida de peso, destacándose una irritación anal que se manifiesta por lamido persistente de la zona.

Pueden observarse también los proglótidos blanco – nacarados tipo “granos de arroz” en las heces.

Protozoos

Parásitos en gatos tipo protozoos tenemos a los coccidios, son organismos microscópicos unicelulares que replican en las células intestinales, causan diarreas mucosas con sangre y vómitos en algunos casos.

Son muy comunes en criaderos, donde los animales se encuentran hacinados aumentando así el riesgo de transmisión.

Toxoplasma gondii posee un ciclo intestinal o enteroepitelial (que ocurre sólo en gatos), mediante el cual se diseminan huevos (ooquistes) inmaduros por materia fecal, y un ciclo extraintestinal que puede ocurrir en gatos o huéspedes intermedios (aves y otros mamíferos incluído el hombre).

En el ciclo fuera del intestino, este parásito puede permanecer latente (fase crónica) invadiendo diversos órganos como cerebro, corazón y músculo esquelético.

Otros protozoos que no deben pasar desapercibido son la infección por Giardia o por Tritrichomonas foetus. En ambos casos la diarrea en felinos está muy presente.

Parásitos pulmonares y del corazón

Poco habituales pero no por ello menos importantes, son los parásitos en gatos que afectan sus pulmones y corazón.

En el primer caso encontramos a Aelurostrongylus abstrusus, un gusano redondo que utiliza a los moluscos (caracoles, babosas) como huéspedes intermediarios.

Los gatos (mayormente jóvenes) ingieren estos moluscos y se infestan, albergando las formas adultas en tracto respiratorio superior e inferior (bronquiolos, alvéolos) y arterias pequeñas del pulmón.

Los signos incluyen tos, dificultad respiratoria, fiebre, descarga nasal y ocular, entre otros.

El parásito que afecta el corazón de los gatos pertenece también a la categoría de gusano redondo, y es el mismo que podemos encontrar en perros: Dirofilaria immitis.

Aunque ocurre con menor frecuencia, la forma de transmisión es también similar (mosquitos infestados con las microfilarias) y los signos incluyen: tos, pérdida de peso, dificultad respiratoria y letargia, entre otros.

Parásitos externos: ácaros y pulgas

Tanto los ácaros como las pulgas pertenecen al grupo de los parásitos artrópodos.

Dentro de los parásitos en gatos representan las ectoparasitosis más frecuentes.

Las pulgas son insectos que realizan solo parte de su ciclo en el animal (alimentarse y poner huevos), estando mayormente diseminadas en forma de pupas en el medio ambiente.

La pulga del gato, Ctenocephalides felis, puede afectar también al perro y al hombre, y es la principal responsable de los cuadros de alergias por pulgas (dermatitis alérgica por pulgas – DAPP).

Causan prurito (picor) que se manifiesta por rascado, y son, como hemos mencionado, transmisoras de enfermedades.

Los ácaros son un tipo de arácnidos capaces de causar cuadros con o sin prurito, así como pérdida de pelo en diversas partes del cuerpo: cara, pabellones auriculares, lomo y miembros.

Entre los más habituales en gatos se encuentran: Notoedres cati, Otodectes cynotis y, algo menos frecuente, Demodex cati y D. gatoi.

Consideraciones finales: manejo de los parásitos en gatos

Existe una gran cantidad de productos y marcas para el tratamiento y prevención de los parásitos en gatos, incluyendo comprimidos masticables y fármacos de aplicación dérmica tipo spot on (pipetas).

El control de las parasitosis debe realizarse en forma frecuente y bajo asesoramiento profesional veterinario, incluyendo a gatos con o sin acceso al exterior.

El manejo de los parásitos en gatos y otros animales domésticos, debe abordarse siempre considerando tanto el bienestar del animal como su impacto dentro la salud pública.


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