Portada » Gatos » Salud de los gatos » Enfermedades de la piel en gatos y su desafío diagnóstico

Enfermedades de la piel en gatos y su desafío diagnóstico

Enfermedades de la piel en gatos
Enfermedades de la piel en gatos
sp.depositphotos.com/Pavlo Syvak

En este artículo nos ocuparemos de las enfermedades de la piel en gatos y su desafío diagnóstico.

Muchos nombres identificaron a esta subespecie doméstica que el naturalista Carlos Linneo decidió nombrar como Felis catus en el año 1758.

Con su origen en el gato montés salvaje, este mamífero carnívoro convive con el ser humano desde hace muchos años. Sin embargo, su proceso de domesticación ha sido muy “discreto”. Aún podemos ver muchos individuos perfectamente adaptados a ambientes silvestres, formando colonias jerarquizadas y manteniendo sus hábitos predatorios.

Pero dentro de los límites hogareños el gato se ha convertido en un animal de compañía tan popular como el perro. Y así como sucede en los perros, los gatos domésticos traen consigo muchísimos trastornos que resulta importante conocer.

Clasificación de enfermedades de la piel en gatos

Existen muchas similitudes en los trastornos dermatológicos de perros y gatos. Sin embargo, las enfermedades de la piel en gatos son un poco más confusas, con manifestaciones similares para variadas etiologías o agentes causales.

Como ocurre en el perro, una lesión superficial puede estar asociada tanto a una agresión externa como a un desequilibrio interno. Por eso, un examen clínico completo y estudios complementarios adecuados nos ayudarán en el camino diagnóstico.

En los gatos, el lamido profuso puede estar asociado a un acicalamiento excesivo. Sin embargo, muchas veces está relacionado con un proceso pruriginoso severo. De esta manera, las enfermedades de la piel en los gatos pueden clasificarse en dos grandes grupos de acuerdo a la presencia o no de prurito.

Enfermedades pruriginosas

El prurito (o picazón) es un proceso común a muchas enfermedades.

Así como los perros pueden rascarse o morderse, el signo que lo evidencia en los gatos es el lamido. En condiciones naturales, el lamido es deseable ya que les permite higienizarse y regular la temperatura. Sin embargo, una conducta excesiva puede estar manifestando diferentes trastornos.

Alergias

Una parte importante dentro de las enfermedades de la piel en gatos son las afecciones alérgicas. Entre ellas, podemos mencionar:

-Hipersensibilidad a la saliva de pulgas (dermatitis alérgica por pulgas o DAPP): se trata de una reacción exagerada del organismo a la picadura de pulgas. La forma y distribución de las lesiones son muy características. Se observan erupciones costrosas y alopecia (pérdida de pelo) en región lumbosacra (espalda baja), muslo, abdomen y cuello. Esta condición puede estar sola o acompañada de otras afecciones pruriginosas.

-Atopía: refleja una reacción exacerbada a muchos alérgenos ambientales. Las lesiones son variadas y pueden ser de tipo locales o generalizadas. El cuadro puede acompañarse de asma bronquial y tos crónica, así como de otras afecciones alérgicas. Las opciones terapéuticas incluyen glucocorticoides, antihistamínicos, y por supuesto evitar los alérgenos.

-Alergia alimentaria (AA): un tipo de alergia no estacional y posiblemente la tercera en importancia. Muchos alimentos pueden estar involucrados, principalmente proteicos: leche, queso, huevos, carnes rojas y blancas (incluyendo pescado). La enfermedad se manifiesta en el animal adulto. La picazón se hace más notoria en cabeza, cara, orejas y cuello, pudiendo generalizarse. Puede cursar con diarrea y vómitos. El diagnóstico se logra modificando paulatinamente la dieta habitual con dietas hipoalergénicas ”novedosas” para el organismo del paciente.

Parásitos externos

Dentro de los parásitos externos que causan prurito, se encuentran las pulgas, ácaros y piojos.

Con diferente distribución y tipo de lesiones, el diagnóstico de estas parasitosis se realiza por observación del parásito en forma directa o indirecta.

En el caso de las pulgas, su presencia no se encuentra necesariamente asociada a una DAPP. Su control se logra considerando tanto el animal como el ambiente, en donde la cantidad de adultos y huevos siempre es mayor.

En cuanto a los piojos (pediculosis), cualquier producto tópico destinado a pulgas puede ser efectivo.

Es importante destacar aquí que nunca deben usarse en los gatos aquellos productos pulguicidas indicados para perros.

Por otro lado, los agentes causales de la sarna felina son Notoedres cati y Otodectes cynotis. Como la mayoría de los ácaros, gran parte de su ciclo lo realizan en el animal.

Las lesiones causadas por la sarna notoédrica se distribuyen inicialmente en pabellones auriculares, cara y cuello. Cursa con prurito intenso y puede haber infecciones secundarias. En la sarna otodéctica, son característicos el prurito y la descarga ótica oscura – amarronada, con aspecto de “granulado de café”.

Por último, el complejo granuloma eosinofílico y la dermatitis solar felina, son también afecciones pruriginosas dentro de las enfermedades de la piel en gatos. Más que enfermedades, constituyen patrones lesionales que colaboran con el diagnóstico.

En el caso de la dermatitis solar (por exposición al sol), la lesión puede agravarse por traumatismo autoinducido y progresar a carcinoma.

Enfermedades no pruriginosas

Entre las enfermedades de la piel en gatos del tipo no pruriginosas, destacan las que mencionamos a continuación.

Infecciones bacterianas (piodermias) superficiales y profundas

La piel de los gatos alberga numerosos microorganismos residentes normales y agentes oportunistas que aprovechan desequilibrios orgánicos para causar infección. También existe un patógeno primario, pero su participación es infrecuente en esta especie.

Las infecciones más habituales en el gato son las foliculitis superficiales y profundas, y mayormente responden a trastornos concomitantes, como inmunodeficiencias y endocrinopatías.

Es importante comprender este mecanismo, ya que independientemente del tratamiento de la infección, debemos detectar la causa primaria de la enfermedad.

Dermatofitosis

Los dermatofitos son hongos (micosis) superficiales. Son muy contagiosos y los gatos pueden portarlos sin desarrollar enfermedad. Son comunes en el animal joven, y cuando se presentan en el adulto debemos sospechar de algún proceso simultáneo que afecte su inmunidad.

Las lesiones típicas corresponden a uno o más parches circulares sin pelo en cara, orejas y miembros anteriores.

Las dermatofitosis deben diferenciarse de sarna o infecciones bacterianas, entre otros.

Existen otros patrones de alopecia característicos dentro de las enfermedades de la piel en gatos, que pueden ubicarse en el grupo de no pruriginosas: la alopecia psicogénica y la alopecia Simétrica Felina.

El gato es un animal muy territorial que se estresa fácilmente por cambios en su ambiente. Las crisis neuróticas pueden causar lesiones de origen psicogénico como resultado de un lamido excesivo. Las zonas afectadas varían en extensión e inflamación. Una buena anamnesis, preguntas al propietario, en estas situaciones permite detectar y trabajar sobre los factores estresantes.

Por otra parte, la alopecia simétrica felina corresponde a una afección adquirida, de rara presentación, que afecta mayormente a gatos adultos castrados.

Su desarrollo es incierto pero mejora con terapia hormonal. El pelo de las zonas afectadas puede desprenderse fácilmente y la región dorsal permanece sin cambios. Cursa sin lesiones ni prurito.

Otras afecciones

Muchas enfermedades de origen endocrino como la diabetes mellitus, Cushing, desórdenes tiroideos, así como desequilibrios nutricionales y neoplasias, pueden considerarse dentro del grupo de enfermedades de la piel en gatos. Estas patologías cursan con desórdenes hormonales que con el tiempo terminan provocando alteraciones en el sistema cutáneo. Se observan con frecuencia cambios seborreicos, infecciones recurrentes, piel delgada y alopecia en abdomen y flanco.

En las enfermedades de la piel en gatos, los diferentes patrones alopécicos y demás signos y lesiones concomitantes deben considerarse siempre como un todo. Saber interpretar los eventos primarios y secundarios permitirá abordar este desafío diagnóstico y su tratamiento. Un interrogatorio intenso y la elección adecuada de estudios complementarios, son grandes aliados a la hora de examinar una especie tan particular como nuestro gato doméstico.


Publicado

en

por

Etiquetas:

Comentarios

2 respuestas a «Enfermedades de la piel en gatos y su desafío diagnóstico»

  1. Sandra

    Que puedo hacer ante la falta de pelo en el rabo, las patas traseras de un gato/a negro callejero?

    1. Equipo Editorial Gatos

      Lo mejor es que lo revise el veterinario cuanto antes, las alopecias muchas veces son consecuencia de parásitos.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *