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Enfermedad renal poliquística en gatos (PKD), desarrollo y signos clínicos

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La enfermedad renal poliquística en gatos (ERP) es un trastorno hereditario común en individuos de la raza persa y sus cruzas.

Se caracteriza por la formación progresiva e inicialmente asintomática de quistes en uno o ambos riñones, pudiendo afectar tanto machos como hembras.

La enfermedad renal poliquística en gatos es causa habitual de insuficiencia renal crónica en individuos adultos viejos de las razas predispuestas. Conocer el origen y desarrollo de las lesiones, sienta las bases para el manejo y prevención de la enfermedad.

Concepto de enfermedad hereditaria

La enfermedad renal poliquística en gatos es una afección de tipo hereditaria de curso crónico e insidioso. Si bien puede manifestarse a pocos meses del nacimiento, lo habitual es que las complicaciones se presenten a edades mucho más avanzadas.

Es importante comprender el concepto de enfermedad hereditaria, congénita y genética, términos que muchas veces se utilizan de manera indistinta.

Una enfermedad hereditaria es de origen genético sin excepción. Es decir, para que una condición pueda transmitirse a la descendencia debe necesariamente estar expresada en el material genético de las células sexuales o gametos. Sin embargo, que sea hereditaria no significa que se considere congénita. Para reconocer una afección como congénita esta debe manifestarse desde el momento del nacimiento.

Existen muchas enfermedades presentes en el material genético de individuos predispuestos pero estas no siempre se desarrollan o lo hacen muchos años después.

La enfermedad renal poliquística en gatos (PKD)

La enfermedad renal poliquística en gatos -conocida también como PKD, por su nombre en inglés- se considera una afección hereditaria, no congénita, dominante y autosómica. Entendamos de qué se trata:

Una característica está determinada o codificada por el aporte genético tanto materno como el paterno, lo que se conoce como el par de alelos. El carácter dominante indica que la enfermedad puede manifestarse estando solo uno de los alelos (materno o paterno) alterados. En cuanto a la condición de autosómica, significa que la alteración genética no se encuentra vinculada (ligada) a los cromosomas que definen el sexo en los mamíferos -el par XX para las hembras y el par XY en los machos.

Todo esto se resume en que la enfermedad renal poliquística en gatos puede ser transmitida tanto por los ejemplares machos como las hembras, con una probabilidad muy alta para expresarla clínicamente.

Entre las razas predispuestas se reconocen los gatos persa (accede a la ficha informativa) y sus principales cruzas, como son los de la raza himalaya y los exóticos de pelo corto (más información del gato exótico).

Desarrollo de las lesiones

Los animales afectados desarrollan lesiones de tipo quísticas en uno o ambos riñones. Estos quistes están llenos de líquido seroso o serosanguinolento, y pueden variar en número y tamaño. Las lesiones son inicialmente pequeñas, pueden estar distribuidas tanto en la corteza como en la médula del riñón, así como en otros órganos como hígado, páncreas y bazo.

Con el paso del tiempo los quistes renales van adquiriendo mayor tamaño, comprimiendo y alterando la funcionalidad de las estructuras adyacentes. La progresión de los cambios concluye finalmente en el desarrollo clínico de la enfermedad y su signología característica.

Signos de enfermedad renal poliquística en gatos

El momento de aparición y gravedad de los signos dependen de la cantidad y tamaño de las lesiones, así como si se encuentran uno o ambos riñones afectados. La forma unilateral es generalmente asintomática gracias al potencial compensatorio del riñón sano.

La signología clínica es variable y aparece en gatos con afección bilateral, habitualmente entre los tres y diez años de vida. El cuadro se asemeja al de una insuficiencia renal crónica e incluye: letargo, anorexia, vómitos, pérdida de peso, presencia de sangre en orina (hematuria), así como micción e ingesta de agua consecuente aumentadas.

Diagnóstico y tratamiento

Entre los recursos para el diagnóstico de enfermedad renal poliquística en gatos se incluyen: el examen objetivo general y particular en consultorio, estudios complementarios de sangre y orina, finalmente la ecografía, considerada de elección para la visualización y confirmación de las lesiones.

Se puede recurrir a estudios más específicos como: test genéticos para detección de la anomalía a edades tempranas, la tomografía computada, la urografía excretora y la histopatología de las lesiones a partir de biopsias renales cuando esté indicado.

El tratamiento de la enfermedad contempla el manejo de la insuficiencia renal crónica, la cual aparece cuando ambos riñones presentan su tejido irreversiblemente afectado por encima de un 65 %.

Manejo preventivo de la enfermedad renal poliquística en gatos

El abordaje preventivo de la enfermedad renal poliquística en gatos es la herramienta más importante para su control.

Considerando el comportamiento hereditario de la enfermedad, es importante evitar el cruzamiento y descendencia en los animales afectados.

Dado que la patología presenta un curso crónico con aparición tardía de los signos, se hace necesario recurrir al diagnóstico ecográfico para la detección precoz de las lesiones renales.

Mediante la detección temprana de la enfermedad renal poliquística en gatos evitaremos entonces la reproducción de los animales durante la fase asintomática, lo que actualmente se considera el principal obstáculo para su erradicación.

El pronóstico de los animales afectados dependerá siempre del avance de la enfermedad, la respuesta al tratamiento y la colaboración del propietario para la realización del mismo.


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